Fallece don Óscar de León Castillo
Godo de Medeiros
Escritor
Guatemala, Centroamérica
Foto tomada de Prensa Libre
¡Adiós, don Óscar, gracias por su alma tan buena!
Hace una horas falleció don Óscar de León Castillo, director de la Editorial Óscar de León Palacios y presidente de la Fundación Cultural y Educativa del mismo nombre. Su trayectoria como editor es extensa, pero más extensa e intensa aún es su trayectoria como ser humano generoso, amable, solidario y desprendido totalmente de egoísmos y mezquindades.
Don Óscar encarnó cabalmente la figura altruista del mecenas artístico y cultural. Las puertas de la Editorial Óscar de León Palacios siempre estuvieron abiertas. No hacía falta tocar. De par en par estuvieron abiertas siempre para apoyar a escritores, pintores, músicos y actores, entre otros artistas que tuvimos el honor de conocerlo y que recibimos de él mucho apoyo en este país que desprecia a los artistas.
Hacia 1995, un grupo de jóvenes poetas que participamos en un taller coordinado por Marco Antonio El Bolo Flores, nos acercamos a él en busca de apoyo para publicar la revista literaria tayer. No dudó en auspiciar aquel proyecto. Luego haría lo mismo con la revista La Ermita, de Flores, y otras publicaciones más que siguieron en los años posteriores.
Para apoyar de mejor manera a los escritores jóvenes, nos confió a Eduardo Villalobos y a este servidor hacer una selección de los trabajos ganadores de los Juegos Florales de la Escuela Pedro Molina, de La Alameda, Chimaltenango. A raíz de aquella compilación que se transformó en libro, decidió establecer la Fundación Cultural y Educativa Óscar de León Palacios, en honor a su señor padre, un maestro y escritor que promovió la difusión de la cultura, la educación y la ciencia en Guatemala.
Son tantos los recuerdos, que ahora no puedo sino compartir con ustedes la trágica noticia de su fallecimiento. Guatemala pierde a un buen hombre, pierde a una de esas personas que callada la boca aportó tantísimo a su país sin pedir reconocimiento alguno. Era el primero en llegar a su trabajo y era el último en irse. Sencillo, muy sencillo era don Óscar.
Ahora que nos ha dejado solos en el camino de poblar de palabras el mundo, lo recuerdo con estos versos que a él siempre le gustaron del gran poeta español Miguel Hernández y que pertenecen al poema que se llama Elegía:
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
Paz y resignación para su querida familia, a la que quiero mucho. ¡Gracias por todo, don Óscar, gracias a la vida que con su vida nos dio tanto!
Guatemala, octubre 2 de 2012
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Godo de Medeiros
Escritor
Guatemala, Centroamérica