John Ralston Saul, a la membrecía de PEN.
3 de julio de 2012
Estimados miembros de PEN, queridos amigos,
Esta carta les llega algunos días después de que el gobierno Turco forzó el desalojo de las protestas de ciudadanos en la plaza Taksim de Estambul. He hablado regularmente con el Presidente de PEN Turquía, Tarik Günersel, que dice que la gente –incluyendo a escritores– han sido heridos y amedrentados por la policía. También, siente que el gobierno está modificando la información de los acontecimientos y existe un ambiente de provocaciones por parte de aquellos que apoyan a las estructuras del gobierno. Los escritores están muy preocupados por la situación y por lo que parece ser un nuevo nivel y concentración de actividad policiaca, así como una actitud negativa hacia el debate público. Todos en PEN International estamos de igual manera consternados y preparados para apoyar a nuestros colegas en Turquía. Tenemos un grupo de trabajo internacional que se está concentrando en este tema para asegurarnos de intervenir de manera puntual cuando se requiera.
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Este también es un momento en algunos países de Occidente en donde nos estamos dando cuenta de que algunos gobiernos democráticamente electos han atacado los derechos de privacidad de sus ciudadanos. No hay razón alguna para asumir que este problema está limitado a una o dos democracias. Todo esto no es una nueva amenaza a la libertad de expresión. Esta es una expansión digital – a través de la tecnología – de una amenaza que ha existido desde hace mucho tiempo. La privacidad es uno de los elementos claves de la libertad de expresión. Los ciudadanos no simplemente deben de tener el derecho a hablar públicamente, sino que también, deben de poder expresarse de manera privada. Esas conversaciones y debates privados deben de quedarse así –privados. Los comentarios privados también son una parte fundamental del desarrollo de las ideas públicas.
Pienso que esta creciente reducción de los derechos privados tiene que estar alineada con los niveles decadentes de la transparencia gubernamental, que de la misma manera están atados a la creciente adicción gubernamental a los secretos. Cada año, miles de secretos son creados y el número continúa avanzado. Es muy difícil imaginar el contenido de estos secretos, excepto que esta información debe de pertenecer en el ámbito público.
Todo esto toma una forma de ataques legalizados hacia la libertad de expresión. En otras palabras, cuando se trata de que los ciudadanos utilicen el lenguaje, nuestros gobiernos electos prefieren seguir los aspectos técnicos de la ley, mas que la intención y el espíritu de la ley misma.
Existe una gran controversia acerca del deterioro de derechos dentro de esta área: si los individuos que han revelado información han quebrantado la ley. Muy poco se dice acerca de si la violación del estado hacia los derechos fundamentales de los ciudadanos es algo legal y normal dentro de los estándares de las democracias saludables.
El problema central es saber si las autoridades están violando los derechos fundamentales. Su justificación constante es que sus acciones se desprenden del interés de proteger el bien de los ciudadanos. Porque? Porque dicen que la seguridad pública se encuentra en peligro. Pero la seguridad pública siempre está en peligro, de una u otra manera. Los derechos de los ciudadanos – en este caso el de la libertad de expresión – fueron situados dentro de la agenda del drama político por más de un siglo y medio. Todo esto sucedió dentro del contexto de la protección de la seguridad pública. Sin embargo, los peligros de la violencia, los asesinatos, el crimen organizado, la corrupción, etc, continúan causando miles de muertes y hechos violentos.
Lo que hemos aprendido dentro de los últimos 150 años es que la libertad de expresión, la transparencia gubernamental, el control mínimo de secretos, la protección de las agencias que salvaguardan la ley y los sistemas de justicia balanceados, son nuestra mayor protección ante los peligros y amenazas. Los enemigos mas peligros de todos, cuando se trata de la seguridad pública, son los oficiales del estado que tratan de gobernar con herramientas que atemorizan a la población y por consiguiente, no buscan defender nuestros derechos.
Este es el contexto en el que la Declaración Digital de PEN está comenzando a funcionar. Sí, estamos viviendo una revolución tecnológica. Pero en ningún momento los ciudadanos decidieron que estos avances tecnológicos serian una amenaza a nuestros derechos. Ni si quiera ha existido una discusión pública al respecto.
Con nuestra Declaración Digital en mano, PEN esta comenzando a jugar un papel importante para apoyar este debate. Por cierto, les comento que se llevaron a cabo discusiones serias aerca del tema digital dentro de las reuniones del Comité de Escritores en Prisión in Cracovia y el Comité de Escritores por la Paz en Bled.
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Además, por primera vez, el Comité de Escritores por la Paz reunión a los Presidentes de los cuatro comités de PEN para discutir cómo estos pueden trabajar juntos y coordinar sus esfuerzos y actividades. Hori Takeaki, Eric Lax y yo tomamos parte en esta discusión, junto con el Consejo Directivo. Esta fue la última reunión de Edvard Kovac como presidente del Comité de Escritores por la Paz. Le agradecemos por su iniciativa.
Como ustedes deben de saber, el Consejo de PEN tuvo su reunión semi-anual en Bled, antes de la reunión del Comité por la Paz.
Después de eso fui a Zagreb para reunirme con el Centro PEN de Croacia –dirigido por Nadežda Čačinović– y tome parte dentro de la discusión de PEN en el Subversive Festival que incluyo contribuciones de David Van Reybrouck, Presidente de Flanders PEN. Además, fue una gran oportunidad para celebrar los 80 años de nuestro Vice-Presidente Internacional, Predrag Matvejević, el cual sus ideas sobre el bien público siguen igual de frescas y conmovedoras. Siempre he considero a Predrag como un gran modelo de la independencia ética.
Tuvimos dos reuniones oficiales, una con el Presidente de la Republica, Ivo Josipović y otra con Andrea Zlatar Violić, el Ministro de Cultura.
Después de Zagreb fui a Viena y tuve dos muy buenas reuniones: una con el Secretario de Estado de Austria y la gente del International Press Institute.
Después viaje a la reunión del Comité de Escritores en Prisión en Cracovia, que se llevo a cabo de manera conjunta con el Milosz Festival y con nuestros amigos de ICORN. Fue una reunión muy buena y estoy seguro que escucharan más al respecto por parte de Marian Botsford Fraser, la Presidenta de este Comité.
De Cracovia me fui a Londres en donde Hori Takeaki, Eric Lax y yo nos reunimos con Laura McVeigh y el equipo de la oficina internacional para discutir aspectos relacionados al desarrollo de Centros y recaudación de fondos.
Finalmente, fue al Festival de Hay on Wye, en donde encabece un evento con la maravillosa escritora Turca, Elif Shafak, en el cual hablamos acerca de los derechos lingüísticos en su país.
Como se podrán dar cuenta, he estado viajando mucho últimamente. Cada uno de estos eventos y reuniones son una oportunidad para hablar acerca de PEN y buscar apoyo hacia algunos de nuestros ejes centrales estructurados dentro del Reporte de China, la libertad de expresión en Turquía y la crisis de impunidad en las Américas. Uno de los temas mas preocupantes que rescate de mis experiencias es que el populismo negativo esta infiltrándose mas de lo que debería.
Finalmente, de regreso en Toronto, Haroon Siddiqui del Consejo internacional, Charlie Foran, Presidente de PEN Canada y yo, tuvimos la oportunidad de pasar un poco de tiempo con el poeta Palestino, Ghassan Zaqtan y el poeta y traductor Palestino-Americano, Fady Joudah. Nuestra reunión nos permitió discutir la situación de los escritores y los libros en Palestina. Ghassan y Fady, como su traductor, fueron galardonados con el gran Griffin Poetry Prize. Fue maravilloso poder estar con ellos.
John Ralston Saul
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